Era la primera vez que visitamos el Club de Tiro de Banyeres, se encuentra a unos 100 km de Valencia, por lo que a las 07:00 h. salíamos de casa con el fin de reunirnos para reducir el número de vehículos a utilizar para el desplazamiento. La mañana tenía visos de aguar un poco la fiesta hasta que los primeros rayos de sol atravesaron como espadas el primer resquicio que las nubes dieron y conforme se pasaban los minutos, al llegar a Bañeres, éste había deshecho la nubosidad. Aunque las primeras horas fueron frescas, cerca del medio día la temperatura era veraniega y las prendas de manga corta cumplieron su cometido. La tarea de inscribirse fué ardua, se veían llegar continuamente tiradores para hacer lo propio y como nosotros íbamos un grupo de 9 tiradores, dimos preferencia a una docena de ellos sin darnos cuenta que la fila no decrecía por lo que decidimos realizar la inscripción cuando los encargados lo creyeran oportuno. El resultado final fué que tiramos en la segunda tanda lo que seguramente nos pudo venir bien gracias a que la luz fué mejorando de hora en hora. Teniendo en cuenta los pocos socios con los que cuenta el Club, el mes en que se celebra y tantos los participantes a este 42º Trofeo San Jorge, nos hace pensar que la directiva se preocupa mucho de la tirada, la promociona y ofrece a los visitantes atención y cariño sin olvidar de los numerosos trofeos a las mejores puntuaciones, premios especiales, el detalle a todos y cada uno de los participantes (en esta ocasión una botella de vino) y numerosísimos premios sorteados (hasta el 14º clasificado de cada categoría). La tirada se desarrolló con toda normalidad, quienes mirábamos a los que en la primera tanda participaban, fuimos objeto de la misma curiosidad por parte de los que en la tercera tanda harían lo propio. En este aspecto llamaba la atención la cantidad de buenas dianas que se podían ver desde los 28 metros, lugar de observación. El árbitro, megáfono en mano, impartía las instrucciones con voz grave que a través de los auriculares que tenemos puestos se notaba que sabía lo que estaba haciendo. La ayuda de los auxiliares de blancos cerraba el equipo necesario para que el resultado de las tres tandas que fueron necesarias, resultaran amenas teniendo en cuenta que la tirada era completa. Los tiempos "muertos" se utilizaron de la mejor manera posible, el almuerzo fué uno de los mayores, aprovechamos la espera para hacer un almuerzo digno del día y la atención recibida por parte de los encargados del Bar así lo confirman, estuvimos agusto, relajados, casi como en casa propia. Si de algún "pero" hay que hablar ésta es sin duda la hora de finalización y entrega de premios a la que hay que añadir la lógica tardanza en entregar más de 100 premios en total. (por supuesto no es culpa de nadie, ni se puede solucionar de ninguna manera).Al contrario de lo que se puede pensar, la entrega de premios se convirtió en fiesta para todos. El sorteo de premios entre los que figuraban desde una cafetera, mochila, paletas de jamón, cuadros enmarcados a una mantelería o un reloj. A través de la megafonía todos esperábamos que nuestro nombre saliera de la boca de quien leía el papelito que habían sacado de una caja de cartón, según se dice, unas manos inocentes y acto seguido un alegre rostro recogía lo que el azar le había entregado y el resto con nuestra pequeña desilusión a cuestas en la espera de que la siguiente ocasión fuera la nuestra. Sin dilación alguna se comenzó a entregar el premio a la puntuación más alta, después se entregaron los de las damas, más tarde a los de la 1ª categoría, acto seguido a los de 2ª categoría, luego a los de 3ª para finalizar con la entrega de premios a los veteranos.(tengamos en cuenta que hasta el 14º clasificado tenía premio en cada categoría). Una vez finalizada la entrega de premios que la realizaron el alcalde de Bañeres D.Antonio Belda y el concejal de deportes se aprovechó la ocasión para que todos los presentes nos pudiéramos hacer una fotografía juntos que bien puede servir de portada para el cartel del próximo año. |
|